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Una visita al Monumental
Por
Agustín Peresutti
Conocer el estadio Monumental es el sueño de todo
hincha de River desde que tiene uso de razón. Desde
chico uno siempre escucha las historias de su abue-
lo, de su padre o de esa persona fanática de River que
ya ha tenido la posibilidad de conocerlo. El anhelo por
estar en ese estadio que vio surgir a “La Máquina”,
que fue sede oficial de la Copa Mundial del ’78 y de
tantas vueltas olímpicas, estaba a punto de realizar-
se. Los micros partieron desde la sede de la Filial con
más de 120 hinchas que iban a pisar las instalaciones
del estadio por primera vez, otros ya lo conocían, pero
a todos se le notaba las ansias de pisar suelo riverpla-
tense. Niños, jóvenes y adultos. Mujeres y hombres
formaron parte de esta visita guiada, que además del
Monumental incluía la visita al museo de River.
El camino hacia el tan ansiado sueño comenzó a las
3am con la partida de los micros con destino Buenos
Aires. A las 9 de la mañana, desde la avenida Lugo-
nes se divisó la majestuosidad del estadio. Y desde
el micro ya eran sacadas algunas fotos. Caras de ale-
gría y nerviosismos se divisaban en los rostros de los
hinchas que esperaron más 6 horas de viaje. Ya en la
puerta del estadio, solo era cuestión de tiempo para
ingresar al museo, a las tribunas y al campo de juego,
del Monumental.
La recorrida comenzó con una película dentro del ci-
nema de 360º en el museo. En ese recinto ambienta-
do con esculturas de alambre, simulando la hinchada,
se proyectó “Crónica de una Pasión Monumental”. En
el video, se cuenta la historia del club desde sus ini-
cios hasta el siglo 21. Una vez finalizada la película,
llegó el momento de entrar al estadio. Ahí fue cuan-
do todos esbozaron una gran sonrisa en su rostro. Se
notaban las ansias de subir las escaleras y encontrarse
dentro del estadio “Antonio Vespucio Liberti”. Ya sen-
tados en la tribuna Centenario Media, se contempló el
campo de juego y las demás tribunas que componen el
Crónica de la tercera visita guiada al estadio y museo de River. Organizada por la
Filial para toda la familia riverplatense de Paraná y la zona.
Monumental. Pero todavía faltaba algo: estar ahí aba-
jo, al ras del césped.
Luego de recorrer el anillo interno y pasar frente al
vestuario local “Ángel Labruna”, llegó el momento
de entrar al campo de juego. Observar desde abajo la
inmensidad de las tribunas y del verde césped es im-
ponente. Imaginarse que ahí estuvieron grandes ídolos
como el Enzo, Beto Alonso, Amadeo, entre innumera-
bles figuras de River y del mundo futbolístico. Ahí es-
taba la familia riverplatense disfrutando y retratando
ese momento que seguramente quedará grabado en
la memoria de todos. La salida del vestuario, el escudo
que resplandece sobre la tribuna San Martin, las pelo-
tas de futbol gigantes y por supuesto el campo de jue-
go fueron objeto de fotografías. Tan solo unos minutos
bastaron para que todos se lleven el recuerdo de que
alguna vez estuvieron dentro del estadio Monumental
“Antonio Vespucio Liberti”.
La visita continuó por el lugar que alberga la rica his-
toria del Millonario: el museo, donde cada uno reco-
rría por su interés las instalaciones. Al entrar, se en-
cuentra una gran locomotora que atraviesa una pared,
en la cual aparecen las figuras de Juan C. Muñoz, José
M. Moreno, Adolfo Pedernera, Ángel Labruna y Félix
Loustau. El famoso quinteto denominado “LaMáquina”
que deslumbró y maravilló al público de la Banda en
los años 40. Entre los lugares destacados se encuen-
tra el túnel del tiempo que va década por década, des-
de el 1901. Entre recuerdos y videos va repasando el
contexto nacional e internacional y los grandes equi-
pos de River. Y así hasta el 2000, dejando un espacio
oscuro con luces que simulan las estrellas, desde 1958
a 1975, representando los 18 años de la Banda sin títu-
los. Saliendo del tunel, se encuentre la sala de trofeos
donde están las Libertadores, la Intercontinental, títu-
los locales y otras copas; luego una maqueta del Mo-
numental y paredes con los nombres de todos los ju-
gadores que pasaron por el club, entre lo que también
se encuentra a un lado el Acta de Fundación del Club
Atlético River Plate. En el primer piso, entre vitrales in-
dividuales, se exponen las camisetas de grandes juga-
dores que vistieron el manto sagrado: Enzo Francesco-
li, Bernabé Ferreyra, Ermindo Onega, Norberto Alonso,
Roberto Perfumo, Ramón Díaz, entre otros. También,
hay un lugar destinando a aquello jugadores surgidos
de las inferiores y que formaron parte de la Selección
Nacional Argentina.
Ya el sueño de estar dentro del estadio Monumen-
tal estaba cumplido. A más de uno le hubiera gusta-
do quedarse más tiempo. Seguramente otros querrán
volver pero cuando la cancha rebose de hinchas, para
conocer la verdadera fiesta que se vive cuando el equi-
po con la banda roja salta a la cancha para revalidar el
título del más grande de Argentina.