Con la frente en alto y la mirada hacia adelante

A River se le escapó el título ante Atlético Tucumán. Un empate que nos dolió en lo más profundo pero nos deja con el sabor a revancha en cada uno.

Es difícil hablar en este momento, la mezcla se sensaciones nos invaden. Por más que le demos vuelta a la situación, no lo términamos de entender. Se nos escapó ahí, en último suspiro. 

Tenemos tanta rabia, pero somos conscientes que por algo llegamos hasta donde llegamos y que por más de cualquier tilde, en este ultimo año competimos en 3 torneos (Copa Libertadores, Copa Argentina, Superliga) y terminamos entre los dos primeros siempre. 
Duele porque es el eterno rival, porque sabemos que el sabor de la gloria será eterna pero nuestro paladar nos exige ir por más y haberle regalado este título, es golpe al corazón muy profundo.
Pero a vos, si... a vos te digo. Levantá la cabeza, vamos. No es conformismo pero si gratitud, de tantos años de gloria eterna y triunfos en la memoria para siempre. Duele, si... mucho pero no te olvides de Juan Aurich, del 8 a 0 a Wilsterman, del partido con Gremio, de la final en Madrid. Acordate para darte cuenta que está situación la podemos revertir.
Seguimos firmes, adelante... dando pelea, siempre. Esta derrota duele, si. Pero queda tanto camino por delante, esa reencarnación de Angelito, los goles de Ramón, las gambetas del burrito, el gol de Pity, son los sueños cumplidos y por hacer.
Hay River para rato, hay Gallardo para rato y por encima de tanta mierda que se dijo y dicen en el camino, esto recién empieza y no te olvides que ¡Vamos por más! Cómo lo dijo el Muñeco, porque este traspié no debe manchar lo que hemos y estamos viviendo hace muchos años.